La adecuada nutrición del individuo es importante para una buena salud y debe formar parte de los hábitos desde la infancia, aunada a la higiene personal, ejercicio y periodos apropiados de descanso. Una buena alimentación junto con otros hábitos contribuye a la prevención de enfermedades.
Según datos de la OMS la cifra aproximada de muertes en niños debido a problemas de desnutrición es de 2,7 millones lo que representa el 45% de muertes infantiles. En contraste en 2016, la OMS estimó que 41 millones de niños menores de 5 años tenían sobrepeso o eran obesos, mientras que había más de 340 millones de niños y adolescentes entre 5 a 19 años con este mismo problema.
¿Pero cómo educar a un niño para alimentarse de manera adecuada?
Hay varios tips que pueden ayudar a fomentar los hábitos de una alimentación adecuada:
Un punto importante por considerar son las alergias alimentarias; recordemos que éstas son reacciones adversas a los alimentos que tienen en su origen un mecanismo inmunitario. Según datos de la OMS su prevalencia en niños es del 4% al 6% y se han identificado 70 alimentos causantes de ellas, siendo con mayor frecuencia los cereales que contienen gluten, alimentos modificados genéticamente, los crustáceos, huevos, pescados, soya, leche, cacahuates y otros frutos secos; estos son algunos de los implicados y que causan las reacciones más graves.
Los síntomas de las alergias alimentarias van desde un ligero malestar hasta reacciones graves como pueden ser las de carácter cutáneo, gastrointestinal, ocular o cardiovascular.
Las reacciones alérgicas suelen producirse entre pocos minutos y una hora después de la ingestión del alimento causal. Los síntomas que se manifiestan y su gravedad dependen de la cantidad de alérgeno ingerida y de la sensibilidad del infante, pudiendo durar días o semanas.
Debemos recordar que la OMS recomienda la lactancia materna exclusiva durante seis meses, la introducción de alimentos apropiados para la edad y seguros a partir de entonces, y el mantenimiento de la lactancia materna hasta los 2 años o más, ya que ayuda a desarrollar un mejor sistema inmune pues está cargada de inmunoglobulinas que previenen una posible alergia alimentaria, en combinación con una adecuada alimentación complementaria. Además, existe evidencia que afirma que no solo ayuda a reducir el riesgo de mortandad, sino que favorece un mejor desarrollo y disminuye el riesgo de sobrepeso y obesidad infantil en un 12%.
Referencias:
Iza Pérez Martínez, Fernando A. Barragán