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Rubik, una manera tradicional de resolver problemas

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Los acontecimientos de la vida son consecuencias sucesorias de decisiones que se toman en el pasado, para bien o para mal; todo está relacionado, no existen hechos aislados, simplemente no lo entendemos porque solo nos preocupamos por resolver una cara del cubo de Rubik que nos toca vivir en ese momento sin comprender que, como todo en el universo, el equilibrio holístico ajusta o desajusta el resto de las piezas del cubo para preservar la armonía en el cosmos.

Quizá para muchos es común arreglar sus problemas financieros, políticos, laborales o personales de manera inmediata y quizá esté bien; pero siempre el pensamiento que ha invadido nuestro actuar es que existen otras maneras de hacer las cosas de manera correcta y con mejores resultados; la vida no podía ni debía ser tan simple para tener una sola solución preestablecida. De ser así, muchos cambios en la humanidad jamás se hubieran podido dar.

El cubo de Rubik

El cubo de Rubik es un rompecabezas mecánico tridimensional inventado por el escultor y profesor de arquitectura húngaro Ernő Rubik, en 1974.  Posee seis colores uniformes y un mecanismo de ejes que permite a cada cara girar independientemente, mezclando así los colores. Para resolver el rompecabezas, cada cara debe volver a quedar en un solo color y existen 43 252 003 274 489 856 000 permutaciones posibles.

Nuestra historia, nuestra hipótesis hecha tesis

Desde que fundamos el Consejo Integrador de la Construcción, la Industria y el Desarrollo, INCIDE, A.C.  fuimos buscando cómo, desde nuestra integración y comunicación, realizar acciones de crecimiento de infraestructura, alejado de intereses políticos del momento, como lo fue el fallido y cuestionado proyecto de desalinización de agua que tendría como objetivo dotar de agua a la ciudad de Hermosillo, en el estado de Sonora en 1999 o el otorgamiento de las obras públicas ya no al primer lugar, sino bajo alguna reformulación de criterios en los fallos, buscando de alguna manera hacerla más justa, equitativa y económica sin afectar la calidad de las obras, el tiempo de ejecución o provocar que se continuara con la práctica de obras sin concluir por falta de recursos o convenios adicionales.

En 2007 logramos el objetivo; hasta cierto punto, algunas cosas mejoraron, pero para mi decepción, no todas; después de siete años de lucha gremial, profesional y legislativa, no encontrábamos esa satisfacción del deber cumplido; veíamos con mucho desencanto que las piezas de la CORRUPCIÓN se adaptaban con una rapidez asombrosa, haciéndose inmunes e incluso, cual ajolotes, regeneran inmediatamente sus extremidades.

Y es ahí donde empieza a gestarse la tríade de la sustentabilidad: empezar a trabajar por el equilibrio entre lo SOCIAL, lo ECONÓMICO y lo ECOLÓGICO; sin embargo, seguía sin ser del todo suficiente. Entre más se avanzaba en propuestas y programas, era notorio que trabajar de manera separada no tenía sentido; solo existían logros individuales carentes de vinculación alguna y, por lo tanto, sin resultados; esto hacía que la CORRUPCIÓN ganara terreno fácilmente, afectando otras áreas como el DERECHO HUMANO.

Es ahí cuando empezamos a percibir diversos enfoques de un solo problema; empezamos a ver que, como las leyes de Newton, a cada acción le correspondía una reacción afectando las demás, como una reacción en cadena. Temas diversos como seguridad pública, el agua en la ciudad de Hermosillo, las tarifas eléctricas, nuevos modelos de desarrollo inmobiliario, salud masculina, la pobreza en los municipios, etc.; así fuimos creando modelos de desarrollo que no tenían relación directa con nuestro quehacer.

El incendio en la guardería ABC, las inundaciones en la ciudad de Hermosillo, las repercusiones de la Ley SB1070 de 2010 (ley propuesta por el estado de Arizona que pretendía la acción más amplia y estricta contra la inmigración ilegal en las últimas décadas) o el arribo de Donald Trump con política antimigratoria, la contaminación del Río Sonora; lamentablemente son testimonios de que nuestra tesis de la mala política local cortoplacista era una realidad.

Desde ese escalón construido, nuestro rango de visión se ampliaba y lográbamos ver con tristeza que, como profesionales o empresarios de la construcción, no dábamos soluciones más allá de lo que solo significaba la simple ejecución de una obra o elaboración de estudios y proyectos, salvo contadas excepciones.

También observábamos que no existe un antes o un después de las obras, aun en la actualidad seguimos viendo que el bajo índice de trámites de terminación de obras o licencias de funcionamiento en comparación con las licencias de construcción tramitadas, salvo que sea para locales con venta de alcohol o educativos, son casi nulos o inexistentes.

No existía una preocupación por la seguridad de las personas, o mejor dicho no existía o no se conocía esa preocupación, dejando en “manos de Dios” si algún “desastre natural” o “accidente” se llegaba a presentar; no percibían, de manera alguna, una acción vinculatoria a esos hechos.

Debemos empezar a estructurar la mente de nuestros colaboradores, nuestros socios, nuestros empleados, para quede manera empática logremos entender que los problemas tienen otras alternativas de solución; no siempre nuestra percepción será la correcta de manera global, ésta puede ser práctica y beneficiosa, pero sólo para uno de los lados del cubo.

Pensar en Rubik es pensar en los demás sin dejar de pensar en ti; no se trata de sacrificarlo todo por los demás y como Juan Escutia arrojarse del Castillo al arrojarse del Castillo de Chapultepec en defensa de la bandera, según la historia mítica de la infancia contada a través de los cuentos de texto gratuitos que nos daban en la escuela.

Se trata de que podamos interactuar con seis elementos fundamentales: tres de ellos alcanzan la sustentabilidad y son tangibles y medibles; los otros tres que son en apariencia subjetivos y que poco a poco se tornan de igual modo, medibles y comprensibles, como lo son la RESILIENCIA, el DERECHO HUMANO y el COMBATE A LA CORRUPCIÓN.

Hoy vemos con orgullo cómo organizaciones académicas, empresariales y profesionales, nacionales e internacionales, empiezan a interesarse en este modelo como una manera de enfrentar y entender la gestión de riesgos de desastres y emigrando a todas las áreas de desarrollo, como una estructuración en la resolución de problemas.

No se trata de descubrir el agua hervida, pero sí aprovecharla para hacer un aromático café que brinde otro tipo de resultados; con la misma agua, pero con tu aportación para mejorar y hacer más eficiente, segura y placentera la vida de los demás.

Conclusión

Nunca dejes de pensar, pero tampoco nunca dejes de actuar; siempre plasma, escribe, anota y todo te será más fácil. Revisa recurrentemente anotaciones hechas en años anteriores, porque conforme adquieras más conocimiento o experiencias, algunos conceptos se perderán en el mundo de información de tu mente y te sorprenderás con lo que verás de ti mismo, solo que cuando las escribiste vivías otra realidad.

Al igual que el cuerpo y las habilidades, el deportista debe entrenar para lograrlas; asimismo nuestra mente debe de entrenarse a diario para poder brindar una infinidad de soluciones a problemas comunes que no imaginamos sea posible; tu mente es asombrosa, el gran problema es decidirte a ponerla en práctica.

Lo anterior, fue mi manera más sencilla de explicar la analogía con el Cubo de Rubik el cual, a decir verdad, me fascinó de niño cuando lo tuve por primera vez en mis manos, no comprendía cómo funcionaba, me apasionaba más ver cómo la gente se volvía loca intentando resolverlo, podías verlos en todos lados con la vista puesta en el cubo; los que tienen entre cincuenta y sesenta años lo recordarán muy bien. Llama la atención que antes se agachaban sobre el cubo y ahora, ante el celular.

Confieso que no fue hasta mi edad adulta que pude por vez primera resolver uno y fue como aprendimos a desarrollar el sistema; en INCIDE estamos dispuestos a ayudarte a armar el tuyo ¿estás dispuesto?

Mtro. Jesús Guillermo Moreno Ríos
gmoreno@clea.edu.mx